La búsqueda del camino que guie a nuestro país a superar la condición del sub desarrollo ha sido durante décadas el motivo de extensos estudios por parte de los analistas económicos nacionales. Entiendo que un país haciende a la categoría de “Desarrollado” cuando logra mantener durante un largo periodo de tiempo una tasa de crecimiento que a su vez le permita hacer un salto cuantitativo y cualitativo en materia de salud, educación, infraestructura y distribución de la riqueza. También es necesario entender que el desarrollo de una nación tiene que ver con el bienestar general en donde cada individuo sea consciente que su porvenir va a estar asegurado si el futuro de las mayorías lo está.

En la tarea de lograr superar el umbral del sub desarrollo, en nuestro país las Pequeñas y Medianas Industrias cumplen un papel fundamental; Argentina cuenta con más de 650.000 PyMEs, que representan el 99.6% del total de unidades económicas y aportan casi el 70% del empleo, el 50% de las ventas y más del 30% del valor agregado. No es un dato menor decir que alrededor del 70% del empleo que se genera en nuestro país está compuesto por las Pequeñas y Medianas empresas, porque además de conformar la mayor fuente de trabajo, cabe preguntarse qué tipo de Mano de Obra estamos tratando, y la respuesta es Mano de Obra No calificada o Poco calificada; hablamos de trabajos de oficio, No profesionalizados (en su mayoría), técnicos, etc. Esas personas, de perder su fuente de trabajo en esas empresas, es poco probable que sean aceptadas rápidamente en empresas grandes, cuyos perfiles a seleccionar son más profesionalizados, más jóvenes, con mayor conocimiento, con más competencias y habilidades.

Es decir, un sector de la economía que brinda el 70% del empleo no puede ser descuidado sino que al contrario, tiene que ser apuntalado desde el estado con herramientas fiscales, financieras y de protección de capitales que le permitan ganar competitividad en el mercado interno pero fundamentalmente en el mercado internacional.

Nuestra ciudad se ve beneficiada a diario por las bondades de las PyMEs, absorbiendo una gran cantidad de mano de obra lo cual se traduce en el sostenimiento del comercio haciendo así un aporte sustancial al bienestar de la ciudad. Sin dudas que hay que proteger a las PyMEs locales, y una buena manera de hacerlo ante una economía que se encuentra en recesión, es adjudicarle la totalidad de las obras públicas a las PyMEs locales.

En fin, tiene que ser más que un compromiso, una responsabilidad de nuestros gobernantes el cuidar a las Pequeñas y Medianas Empresas, porque no tengo ninguna duda que el futuro de la patria y de la ciudad está en el futuro de estas empresas. 

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