Cientos de personas, entre ellas jóvenes, mujeres, niños y abuelos sacaron el color de la pasión a las calles, cuando el pitazo final de Peniel decretaba el triunfo por 3 a 0 de Villa Dálmine frente a Excursionistas.

Sin embargo, pese a lo contundente de la victoria, el resultado de UAI Urquiza impidió (o mejor dicho retrasó) el desenlace del torneo hasta el Viernes, donde el Viola buscará consagrarse y finalmente festejar el ascenso a la Primera B Metropolitana.

Pero el principal perseguidor del equipo de Walter Otta no pudo frenar la alegría del pueblo campanense, el cual salió a las calles y armó una verdadera fiesta en el centro de la Ciudad, con camisetas y banderas que pintaron de violeta las escalinatas de la plaza principal.

Unas 200 personas se reunieron en el estadio de Mitre y Puccini para aguardar al micro con los jugadores y cuerpo técnico, y así cumplir con la tradición de las últimas fechas y brindar el apoyo en tiempos definitorios para el club local.

Como si el sufrimiento fuera condición excluyente para lograr el ansiado y soñado ascenso, los hinchas violetas conviven con la dramática definición y sacan cuentas: si Dálmine gana este Viernes (desdde las 15 hs, frente a Talleres de Remedios de Escalada), nadie le quitará aquello que tan merecido tiene, campeonato y ascenso. Si empata o pierde, deberá aguardar noticias desde UAI Urquiza, quien puede llegar a forzar un desempate.

Fotos: Samanta D´Amario.