Un año sin clases, nuestra educación, en picada descendente en sus niveles de calidad en los últimos 10-15 años, no existió siquiera en todo el año. Aquí no es como en el fútbol donde tendremos dos años sin descensos, aquí tuvimos lisa y llanamente un año sin clases.

Los alumnos que tienen internet, disfrutaron las clases virtuales, el zoom, el instagram, las tareas por Facebook.  Pobres los chicos que obtendrán, sin viaje a Bariloche, el boletín con el último año para ingresar en el próximo ciclo, a la universidad, la van a tener complicada en los primeros tiempos de adpatación.

Hasta este año de confinamiento eterno, de cada 100 chicos que ingresaban a la primaria terminaban 80 el primer escalón.  De cada 100 que ingresan a la secundaria ya solamente 50 la terminaban, y de cada 100 que ingresan a una universidad, como mucho 20 se recibían. En síntesis, de cada 100 chicos que ingresan a la primaria ni 10 alcanzan a completar el nivel terciario. Si como sucedía años históricos atrás, el que no estudia se pone a  trabajar, no sería un problema, el tema tampoco sucede esto, cada vez menos gente trabaja.

Los que nacieron este año son bebés secuestrados, casi ni vieron el sol, los de jardín de infantes, la mayoría, asimilaron tanto tanto miedo que le dicen a sus papás que no quieren salir afuera por miedo al covid, ni saben que es el covid, bueno, ni los médicos supieron al final que fue el covid. Digo fue porque el mes que viene ya tenemos 25 millones de vacunas rusas aseguradas, 25 millones de vacunas, nos vendrán a aplicar. Volverá el EAM78?

Los más grandecitos no hicieron asaltos, en realidad otros sí los hicieron, y no fueron los de llevar la coca los chicos y algún chizito para comer las chicas. No se juntaron mas en las esquinas, en las plazas,  en las matinés para empezar a salir a los boliches, en los boliches mismos, que cerraron todos, no hubo mas cumpleaños, no hubo más fiestas de 15, comuniones, fiestas de bautismos, confirmaciones, despedidas de solteros ni nada nada de nada.

Todo fue Netflix, todo fue Play, todo fue Tik Tok, amor virtual, beso por celular, genio adelantado Mollo. Divididos se pulverizaron, Las Pelotas se hicieron pelota, Los Piojos nos terminaron comiendo a todos. En los primeros días de arresto compramos para las interminables tardes de verano, de otoño, de invierno, y de primavera, El Juego de la Oca, compramos un Ludo Matic, todo vino por delivery, las jugueterías ya no existen mas. Recuerdan la canción de Vivencia que decía “con tantos chicos afuera, que hacemos en la vidriera”. Gracias a nuestro protector tío, con tantos chicos adentro, que más hacemos con ellos, los juegos de barajas que compramos en marzo están ya todos marcados por el uso, sin mirar las cartas nos damos cuenta cual es el comodín ¡!!

Se la re bancaron los pibes, todos, merecen un aplauso, un abrazo, una sonrisa de los mas grandes para con ellos, el volver a la placita, a la pista de skate, los pibes remontaban barriletes…. Cuenta el abuelo que de niño el jugó, entre árboles, risas y alcatraces de color… el tiempo pasó, y me pregunté: Donde jugarán los niños?  Se está pudriendo el mundo y la tierra se está partiendo en dos.

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