Su aparición no pasó lógicamente inadvertida, terminó diciendo que por un momento, en estas situaciones que estamos viviendo, de confusión, de falta de libertad y de aire, sufrió un shock de desvío y desvarío.  Si no hay trabajo, si no hay clases, si no hay presencia de humanos en el Congreso, habrá elecciones dentro de unos meses? ¿Serán con esas urnas de cartón que contaminan? ¿Serán por Zoom? Por  tik tok?

Gravita en nuestra historia política desde hace mas de 30 años con un poder especial que creo nadie tuvo, ni siquiera semejante.  Después de los fracasos de Herminio Iglesias y de la salida de Alfonsín, supo que necesitaba de un personaje especial , y si venía con “sponsors” , mejor, para saltar a la escena.  Descubrió a un patilludo de pequeña provincia del norte, con fuertes contactos económicos con árabes y sirios que apoyaron económicamente a cambio del Cóndor, para cuidarse de los israelíes (algún día les contaré de las traiciones y la venganza precisamente de esa embajada por los aviones que nunca fueron). Y con Menem, como vice, llegó al poder.  Lo dejó renunciando apenas año y meses después para ocuparse de toda la provincia de Buenos Aires, donde fue gobernador hasta casi el 2000.

Cuando despegó el helicòpterco se puso a mirar la situación, Sáa no convenció, desempolvó la Ley de Acefalía y apareció como presidente, pero no quería figurar,  buscó sucesores, el designado fue el trágicamente desaparecido De la Sota, el cordobés no cotizaba, entonces, esta vez no se fue al norte, se fue adonde están los pingüinitos, y trajo precisamente a Kirchner.

Pidió irse todos, que se vayan todos, vayámonos todos, fue el slogan, y se fue. ¿Se fue? Siguió observando de cerca, le sirvió, y de mucho, el ostracismo al que lo llevó Macri. No volvió a aparecer.

Fue , desde las sombras, uno de los que dijo , para la vuelta del peronismo, que Cristina tenía los votos, pero que no podía agarrar, por lo menos en una ceremonia de asunción, el bastón del poder presidencial.

Lo fue a ver al presidente, y días después estalló la gran polémica, las críticas, las matanzas, por decir una verdad.

¿Conocen ustedes a esta chica Laura Richardson, teniente general del ejército de EEUU y Comandante General del Norte del Ejercito? ¿Conocen las relaciones de su familia con Henry Kissinger? Saben que hizo este hombre de 100 años en América Latina? Él la conoce, los militares argentinos también.

Conocen ustedes cómo está nuestro continente del sur? Cómo “apoyan” los militares a Piñeyra y a Bolsonaro? Como acompañan en Paraguay? Ni hablar de Bolivia, de Venezuela, de Perú, donde se están muriendo de hambre y le hicieron cerrar literalmente el congreso al presidente “constitucional” Vizcarra?.

Nunca nos cansamos ya los argentinos como sucedió en el 2001? Ni con los robos en los bolsos, ni con la desaparición en tres meses de todo un crédito del FMI? Ni con una prisión domiciliaria perpetua sin haber cometido ningún delito , estancando totalmente el país con el confinamiento mas largo del planeta? Y nada hay nadie está en la organización de tomas de 19 partidos del país? Pero tranquilos, el bañero nos cuida y está atento siempre a tirarse al agua hasta sin salvavidas, sin importarle los tiburones ni este barco que se hunde.


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