Leo ya está en París, que recibimiento del año en el arco del triunfo, nada que envidiarle con sus guirnaldas y coloridos a la fiesta del boclu.

Pasó el mundial, no pasó por muchos lugares Santa Claus, no hubo muchos lechoncitos en panaderías, mas bien bondiolitas y pechitos. Más tiritas banderitas que costillares, el chino de la esquina trajo una cajita de los espumantes del Barón, y ahí quedaron.

La bolsa arrancó haciendo record el primer día, y al otro murió. ¿Resucitará de entre los muertos? El verde resucitó, llegando a 360. El Superministro logra otro canje, el enésimo, 4 billones de pesos en Leliqs que tenía que pagar en este año electoral, y no iba a hacerlo, los cambió por un bono dual, al año que viene, que tampoco va a pagar el que venga. Habrá PASO? Daremos algún paso? Se van? Vuelven? Será candidata? Está proscrita, condenada, está loca? Maléfica 2023? Va de cabeza al ballotage con el león.

Juicio a Cristina, juicio a la Corte, juicio a Dalessandro, juicio a los rugbiers. Qué pasó con el almacenero que mató al que le robó en el barrio San Cayetano? ¿Qué pasa con los asesinos de la chica de nuestra ciudad? Pusieron “más ladrillos en la pared” de esa casa, pero, dónde están los progenitores de ese engendro asesino?

Más placitas en nuestra ciudad, en una de ellas, distante unas cuadras del ya famoso barco pirata, una especie de oruga bélica de plástico y dudosos colores. El costo? Pueden ser 7, 14, 20 millones de pesos, hay que leer los 3 millones de banners que hay en la ciudad explicándonos todo lo que nuestros dirigentes locales han hecho por nosotros, que generosos son, hasta la casa de los Costa nos están devolviendo. ¿Volverán también ellos ?

Arranca el campeonato Nacional, no se jugará el tan esperado superclásico con nuestros vecinos zarateños. Chiqui quiere paz, uno en cada zona, lo mismo cordobeses, lo mismo marplatenses. Tapia se convirtió en estadista, hasta combina trajes blancos impolutos que contrastan elegantemente con su color de tez .

Hablando de marplatenses, acaparando al pobre turista muerto. El que no pasó fin de año en NY, el que no se va a las cálidas playas del norte de Brasil, al Caribe o a Cancún por el dólar tarjeta a casi 400, hace precisamente 400 kilómetros, 30 litros de nafta a medio dólar, choclito al mediodía, pizzita por la noche, y los marplatenses que aumentaron todo el triple y no el doble de la inflación con respecto al año pasado, no les permitirá mas que tres o cuatro míseros días. Se acuerdan de la canción “que lindo que estar en Mar del Plata”…

Carpas de plásticos desgastados y descoloridos a 350 mil pesos la temporada, departamentitos que son como bauleras, o botineros ratoneros de 30 metros cuadrados a 100 mil la quincena, 100 dólares por día miserables hoteles sin piscina climatizada que hasta cobran para calentar el agua del termo en el desyunador. Los desayunos no son mas americanos, o si lo son, netamente de este hemisferio. Té, vasitos minúsculos para no servirse mucho exprimido, el precio de las naranjas está por las nubes, alguna que otra medialuna del día anterior entremezclada, una maquinita psicodélica que tira copitos de maíz, se me calla y a la playa, tempranito. $ 4.500 un protector solar medio, todos con las panzas coloradas, no rayadas.

Bien decía, dice y seguirá diciendo Luca: “Estos si que es, Argentinaaaa”