Una publicación realizada días atrás, desde la cárcel, volvió a sacudir a la comunidad y reavivó el dolor por el asesinato de Ignacio Ventosa. Juan Pablo Amaya,
uno de los detenidos por el brutal ataque ocurrido en la Plaza Italia, utilizó sus redes sociales para escribir la frase “todo pasa”, un mensaje que fue interpretado como una provocación y generó un profundo malestar social.
Amaya, de 38 años, se encuentra privado de su libertad acusado de ser uno de los autores materiales del homicidio del joven de 26 años, quien falleció el pasado 26 de octubre tras una violenta golpiza. Pese a su situación procesal, el acusado continúa activo en redes sociales, un hecho que despertó fuertes críticas y reclamos por parte de vecinos y familiares de la víctima.
La publicación fue rápidamente viralizada y repudiada, no solo por su contenido, sino también por el contexto en el que fue realizada. Para muchos, el mensaje evidencia una falta total de arrepentimiento y respeto hacia la víctima y su entorno, en una causa que aún se encuentra en plena etapa investigativa.
Luego, ya en la noche de ayer, miércoles, el detenido posteó un texto de Virginia Woolf:
“Hay una especie de tristeza
que surge cuando se sabe demasiado,
cuando se ve el mundo como realmente es.
Es la tristeza de comprender
que la vida no es una gran aventura,
sino una serie de pequeños
e insignificantes momentos,
que el amor no es un cuento de hadas,
sino una emoción frágil y fugaz,
que la felicidad no es un estado permanente,
sino un raro y fugaz atisbo
de algo a lo que nunca podremos aferrarnos.
Y en esa comprensión
hay una profunda soledad”.
El episodio trajo a la memoria un antecedente que marcó a fuego a la ciudad: el de Agustín Chiminelli, condenado a prisión perpetua por el femicidio de María Alejandra Abbondanza, quien también utilizó redes sociales durante su detención, generando un rechazo social similar.
Cabe recordar que la causa por la muerte de Ventosa dio un giro clave luego de que la autopsia confirmara que el joven murió como consecuencia de un traumatismo grave de cráneo, hemorragia cerebral y falla multiorgánica, lesiones compatibles con una feroz golpiza.
Las declaraciones de la madre de la víctima y de testigos fueron determinantes para que la Justicia señalara a Amaya y a Carlos Daniel Pereyra como los principales sospechosos. Ambos habrían mantenido una fuerte discusión con Ventosa minutos antes de que quedara inconsciente en la Plaza Italia.
A partir de esas pruebas, el Juzgado de Garantías N°1 del Departamento Judicial de Campana ordenó allanamientos simultáneos que culminaron con las detenciones. Amaya fue arrestado en una vivienda de la calle Barlaro, mientras que Pereyra fue capturado en el predio La Facera.
Mientras la investigación avanza para esclarecer completamente el hecho y determinar si hubo más involucrados, el uso de redes sociales por parte de personas detenidas por delitos graves vuelve a quedar en el centro del debate público, con una comunidad que exige límites, respeto y justicia.