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Invasión de insectos: ¿por qué aparecieron las “cucarachas de agua” en la ciudad?
Durante la noche del jueves, especialmente en el centro de la ciudad, se registró una invasión de insectos conocidos como “cucarachas de agua”, que en realidad son chinches acuáticas gigantes (Belostomatidae), atraídas por las luces urbanas tras verse desplazadas por la baja presión atmosférica. El fenómeno se relaciona con las altas temperaturas y la humedad, que alteraron su ciclo de apareamiento y no representan riesgos.
  • Invasión de insectos: ¿por qué aparecieron las “cucarachas de agua” en la ciudad?

    Pueden morder pero no son venenosas.

  • Invasión de insectos: ¿por qué aparecieron las “cucarachas de agua” en la ciudad?

    Conocidos también como “chincha” o “picudo”.

  • Invasión de insectos: ¿por qué aparecieron las “cucarachas de agua” en la ciudad?

    En lugar de descender en zonas rurales o campos, fueron atraídos por las luces de la ciudad.

Durante la noche del jueves, sobre todo el centro de la ciudad se vieron invadidos por insectos popularmente conocidos como “cucarachas de agua”. Especialistas aclararon que no se trata de cucarachas, sino de chinches acuáticas gigantes pertenecientes a la familia Belostomatidae.

Según explicaron, estos insectos (conocidos en Paraguay como “chincha” o “picudo”, y frecuentes en provincias como Entre Ríos) suelen vivir en ambientes de agua dulce como lagunas, arroyos y estanques. En determinados momentos del año, vuelan para aparearse en altura, pero las condiciones climáticas de los últimos días jugaron un papel clave en este fenómeno.

“La baja presión atmosférica asociada a la tormenta hizo que cayeran antes de tiempo. En lugar de descender en zonas rurales o campos, fueron atraídos por las luces de la ciudad”, señalaron. La combinación de altas temperaturas, humedad y cambios bruscos en el clima habría favorecido esta aparición masiva.

Las chinches acuáticas gigantes pueden medir entre 10 y 12 centímetros, tienen un cuerpo aplanado y patas delanteras adaptadas para cazar. Son insectos carnívoros y aunque pueden morder si se sienten amenazadas, su picadura no es venenosa, aunque sí muy dolorosa y puede provocar una roncha grande. “No atacan al ser humano, solo reaccionan si se las manipula”, aclararon.

Desde el ámbito ambiental destacaron que estos insectos cumplen un rol ecológico importante, ya que actúan como depredadores naturales y son considerados bioindicadores de la calidad del agua. Además, indicaron que se trata de un fenómeno transitorio: “Son unos días, luego se van a morir o regresan a su hábitat”.

La recomendación principal es no tocarlas ni intentar aplastarlas, apagar luces exteriores en la medida de lo posible y mantener la calma ante una situación que, aunque llamativa, no representa un riesgo sanitario para la población.

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