Este lunes 6 de octubre se desarrolló la sexta jornada del debate oral por el femicidio de María Alejandra Abbondanza, con los tres acusados —Agustín Chiminelli y sus padres, Carlos Chiminelli y Liliana Sánchez— nuevamente presentes ante el Tribunal Oral en lo Criminal N° 2 de Zárate-Campana.

Agustín Chiminelli decidió hablar por primera vez. En su declaración, pidió perdón a la familia de la víctima, aseguró estar arrepentido y sostuvo la inocencia de sus padres. Negó los abusos sexuales que se le atribuyen: “En ningún momento eso pasó, todo es mentira.

Nunca violé a nadie”, dijo. Afirmó que las denuncias lo perjudicaron y que sus reacciones violentas eran “contra sí mismo”, atribuyéndolas al consumo de drogas. “A ellas nunca les levanté la mano”, insistió ante la fiscalía, que lo interrogó sobre los casos previos de abuso.

Luego fue el turno de su madre, Liliana Sánchez, quien brindó un extenso relato sobre lo que —según ella— ocurrió la noche del crimen. Dijo haber cumplido su rutina laboral, cenado junto a su esposo y su hijo unas milanesas con ensalada, "todo normal" y tomado su medicación antes de dormir. Aseguró no haber escuchado ruidos, ni siquiera los "ladridos del perro", y se mostró conmovida al recordar a la víctima: “Yo a Alejandra la apreciaba mucho, era una buena vecina. Si hubiera sabido lo que pasó, yo misma lo entregaba”, expresó entre lágrimas. Durante su testimonio, Sánchez también habló sobre la relación de su hijo con sus exparejas, negando haber advertido episodios de violencia. Sin embargo, reconoció que Agustín “se obsesionaba” y que en una oportunidad “acosó” a una de ellas. “Era un chico que no sabía estar solo, necesitaba tener a alguien para sentirse bien”, sostuvo.

Con las declaraciones de los dos imputados, el juicio entra en su etapa final. La próxima audiencia está prevista para el lunes 13 de octubre a las 9:30, jornada en la que se llevarán a cabo los alegatos finales de la fiscalía, la querella y las defensas antes de que el tribunal defina la fecha del veredicto.