Este jueves comenzó el juicio por el femicidio de María Alejandra Abbondanza, la campanense de 38 años asesinada el 16 de septiembre de 2022. El proceso se desarrolla en el Tribunal Oral en lo Criminal N°2 de Zárate-Campana bajo la fiscalía de Ana Laura Brizuela y con la intervención de los jueces Daniel Rópolo, Lucía María Leiro y Mariano Aguilar.

Agustín Chiminelli será juzgado como autor del crimen. Según la autopsia, María Alejandra fue golpeada, asesinada, descuartizada y parte de su cuerpo fue quemada en la parrilla de la vivienda ubicada en Alberdi y Moreno, a solo una cuadra de su hogar. Solo se hallaron restos de su cuerpo, y se sospecha que sus padres ayudaron a intentar desaparecerlos.

Chiminelli será juzgado no solo por el femicidio, sino también por tres casos anteriores de abuso sexual y violencia de género. Sus padres, Liliana Sánchez y Carlos Chiminelli, serán juzgados como partícipes necesarios y cómplices en esos delitos.

Durante la primera audiencia declararon la ex pareja de Alejandra, Francisco, quien señaló: "a las 2 de la mañana, mientras buscábamos a Alejandra, Chiminelli estaba en el portón de su casa mirando para afuera".

Sin embargo, las palabras de la abogada defensora del acusado, la Dra. Rosana Casse, generaron indignación en el auditorio: "Fue un desgraciado accidente, y lo que ocurrió fue en su desesperación por ocultar lo sucedido".

También Malena, hija de Alejandra, prestó declaración ante el Tribunal. Lo hizo sin la presencia de los acusados, por pedido especial: "Nunca me lo crucé y nunca me dijo nada. Yo no lo conocía”, respondió al ser consultada sobre Chiminelli. Además, comentó que días antes del crimen su mamá le había preguntado cómo bloquear a alguien en redes sociales, aunque no le especificó de quién se trataba.

 

La tercera en testificar fue Ana Abbondanza, hermana de la víctima, quien participó activamente en la búsqueda durante la madrugada del 17 de septiembre de 2022. “Cuando vi las cámaras me crucé y la vi a la madre. Le pedí que me abriera y el padre miraba por la ventana”, recordó sobre el momento en que se enteró que Alejandra había ingresado al domicilio de Alberdi y Moreno, sin que le permitieran entrar.

 

Ana también manifestó que no conocía personalmente al acusado, solo a su madre porque la veía en la farmacia donde trabajaba. Además, relató que tiempo después recibió mensajes de Chiminelli a través de redes sociales, entre ellos uno estremecedor que fue leído en la sala:

 

“Me hago cargo, sé que destruí una familia. Fue un accidente. Estaba mareado por las pastillas que había tomado. Discutimos, ella me golpeó y me rasguñó. Tiene mucha fuerza. Hubo un forcejeo de ambos. Yo caí junto con ella y le provoqué lesiones. Intenté ayudarla, pero no reaccionaba y yo estaba en shock. La subí a la habitación de arriba y se me cayó por la escalera. Lo hice para que mis padres no vieran nada. Yo oculté todo. Mis padres en ningún momento se enteraron, son completamente inocentes. La justicia dará la pena. Fue por los nervios y no pude evitar esta tragedia”.

 

Este mismo mensaje fue hallado en las notas del teléfono celular que se le incautó a Chiminelli en la cárcel, en febrero del año 2023. 

La audiencia pasó a un cuarto intermedio y continuará con la declaración de dos testigos más de parte de la fiscalía.