Tras dos días de lluvias intensas, el camino quedó cubierto por sectores anegados y otros tramos imposibles de transitar debido al barro. Los usuarios detallaron que la falta de mantenimiento quedó en evidencia y volvió a dejar aislada a la comunidad educativa.
 

“Los chicos no dejan de ir porque no quieren, ni porque la maestra se quede en su casa: ella también debe trasladarse para cumplir funciones. El problema es que no se puede entrar”, remarcaron padres y vecinos.

El reclamo no es nuevo: desde hace años piden la pavimentación del camino, por el que a diario circulan camiones y maquinaria pesada, lo que acelera su deterioro. Sin embargo, hasta el momento no hubo respuestas concretas.
 

La situación no solo interrumpe el dictado de clases, sino que también complica la vida cotidiana de las familias que viven en la zona y deben transitar un camino que, aseguran, “cada lluvia lo deja peor”.