Se mueves en un auto. Son cuatro, aunque uno hace de campana. Marcan aquellos domicilios en los que vivien adultos mayores. Irrumpen violentando algún acceso, y operan con tranquilidad. Esta modalidad se repitió al menos cuatro veces en los últimos días.

Uno de los asaltos fue cerca de la escuela Normal. Según pudo averiguar Campana Noticias, los ladrones rompieron una reja y entraron por la ventana. “Dame la plata” insistieron con dureza, aunque no hubo maltratos.

Mientras los abuelos permanecían sentados, como en shock, lols malvivientes revisaron todo el lugar, haciéndose de recuerdos y cosas de oro, y objetos de más valor sentimental que económico.

Pero con total impunidad, y tras permanecer alrededor de una hora y media en el domicilio, los ladrones decidieron cenar allí: Cocinaron, comieron huevos revueltos y pan con mayonesa. También se sacaron selfies, hasta que decidieron irse.

Otro episodio tuvo lugar en el barrio Dálmine, donde los delincuentes ingresaron sigilozamente, e incluso, desde atrás taparon los ojos de la dueña de casa, quien los confundió con uno de sus nietos.

Los abuelos resultaron ilesos, más allá del susto lógico. Su familia y vecinos, expresaron toda la preocupación ante un posible regreso. La Policía busca dar con los autores de los hechos.