La fuerte lluvia caída en las últimas horas ocasionó trastornos en distintos sectores de la Ciudad.

Desde el barrio Las Praderas, fueron numerosos los reclamos recibidos en nuestra redacción. El agua ganó el interior de varias viviendas, producto de los desniveles en la calle (elevados a través de mejoras, que dejaron a las propiedades por debajo de la arteria) y las zanjas tapadas.

“Hicieron veredas, pusieron caños, pero dejaron todo tapado. Es devastador. Voy a perder lo poco que tengo. Se llueve toda mi casa, me trajeron un nylon pero no solucionaron el tema de la vereda” se lamenta Claudia, vecina del barrio.

En Verdier al 500, la mujer y sus vecinos padecen las consecuencias de la malograda obra. Para colmo, su situación personal suma complicaciones: convive con una bebé de dos semanas, y su marido sufre de una discapacidad.

“La situación que estamos pasando es muy difícil, no tenemos nada. Ni para limpiar, lavandina, llenos de mosquitos… sé que no somos los únicos pasando por una situación así, pero es desesperante” agregó la mujer, quien espera por una cuadrilla municipal que logre desobstruir las zanjas y permita que el agua vuelva a correr.

Vecinos de la calle Carreto atraviesan una situación similar. Allí directamente no hay desagües, y el agua acumulada no se va. Mientras tanto, esperan por una tregua climática esperando que el tiempo se apiade de ellos y puedan regresar a la normalidad.