Hechos menores, les dicen. Casi que pasan desapercibidos, y no son condenados por leves. Pero ocurren todo el tiempo, en todas partes.

Vecinos del barrio La Esperanza dieron cuenta del accionar de los “oportunistas del hurto”. El ladrón, caminando mansamente por la calle Modarelli, fue revisando cada casa, cada puerta. Hasta que encontró un lugar por donde acceder…

E ingresó. Una vez dentro, tomó lo que tenía a mano. Una mochila, donde entre algunos objetos personales, había un llavero de pelota con control y un manojo de llaves, cuyo dueño pretende recuperar.

Quien pueda dar con estas pertenencias, agradecemos nos avise para coordinar su devolución. Sin embargo, este accionar merece el alerta de todos, para evitar sufrir hechos desagradables y anotarse en la extensa lista de víctimas de la inseguridad.