Este homenaje es para quienes día a día ejercen un oficio tan apasionante como imprescindible: el periodismo. En este 7 de junio, Día del Periodista, celebramos la vocación de informar, de investigar, de contar lo que otros prefieren callar.
Quiero detenerme especialmente en el rol de mis colegas del periodismo local. Ser periodista en Campana no es solo escribir una nota, sacar una foto o hacer una entrevista. Ser periodista es estar cerca. Es conocer de primera mano lo que pasa en los barrios, en las escuelas, en el Concejo, en la calle. Es tener el oído puesto en la comunidad y muchas veces también, el cuerpo. Ese periodista que muchas veces trabaja en soledad, con escasos recursos, pero con una enorme responsabilidad social.
La democracia necesita de voces, muchas voces. Voces críticas, comprometidas, diversas. Pero también necesita condiciones para que esas voces puedan sostenerse en el tiempo. Por eso, no podemos ser indiferentes frente a los ataques que sufren periodistas en distintas partes del país y del mundo.
Y también, por eso es tan importante defender la pluralidad de voces. No todos los medios tienen los mismos recursos, pero todos tienen algo valioso para decir. En este sentido, es fundamental garantizar que el ejercicio del periodismo no dependa de la voluntad o del humor del poder de turno. Para eso, la pauta oficial, bien asignada y en el marco de la ley, no debe ser vista como un premio ni como un castigo, sino como una herramienta de política pública destinada a fortalecer el ecosistema de medios, especialmente a los más pequeños e independientes.
No puede haber libertad de expresión real si solo unos pocos tienen los medios para expresarse. No puede haber democracia plena si el periodismo se convierte en un privilegio en lugar de un derecho.
Así que hoy, más que felicitar a los periodistas, quiero agradecerles. A quienes siguen adelante, incluso sin red de contención. A quienes informan con responsabilidad. A quienes preguntan, aunque moleste. A quienes no se callan. A quienes ejercen el periodismo con honestidad, con pasión, con coraje, gracias.
Sigamos defendiendo este oficio que a veces incomoda, pero que es vital para que la sociedad respire libertad. Y sigamos construyendo una sociedad donde la verdad no sea un riesgo, sino un compromiso compartido.
Feliz día del periodista. Y que nunca falte la libertad para contar lo que pasa.