El pasado 10 de Septiembre, fue el Día Mundial para la Prevención del suicidio. Este tipo de fechas se fomentan en todo el mundo para mayores compromisos y medidas prácticas para la prevención de esta problemática que afecta a gran parte de la población mundial. Según la OMS (Organización Mundial de la Salud) sostiene que cada día hay en promedio casi 3000 personas que ponen fin a su vida, y al menos 20 personas intentan suicidarse por cada una que lo consigue. Son datos realmente alarmantes.

La promoción de salud para prevenir el suicidio entre los adolescentes debe involucrar no sólo a profesionales de la salud pública, sino a otras personas que se relacionan con los adolescentes, como son: los familiares, los maestros el Sistema de Promoción y Protección de Derechos de niñas, niños y jóvenes, los adultos y los propios adolescentes.

Existen factores de riesgo, es decir, aquellos que predisponen la aparición de determinada condición mórbida. Y también existen factores protectores que son aquellos que impiden, bloquean, atenúan o pueden disminuir la posibilidad de que se presente dicha condición. Algunos factores para destacar son: poseer confianza en sí mismo, capacidad de autocontrol, tener responsabilidad, capacidad para resolver problemas, buscar ayuda en momentos de dificultades, rodearse de buenos amigos, integración en la sociedad y fundamentalmente desarrollar vínculos sólidos de comunicación entre las personas.

La comunicación es un factor realmente importante entre los seres humanos. Hoy las redes sociales permiten otro tipo de acercamiento, pero lo cierto es que el sujeto se aleja del mundo que lo rodea y lo sumerge en otro contexto comunicacional donde el mensaje es fugaz. Por eso la familia y la escuela, pensados como pilares importantes, deben generar fuertes vínculos para una efectiva comunicación, esto permite conocer al otro.

Finalizando y citando al Lic. Carlos Martinez (especialista en Suicidología) “esta problemática debe ser abordada en equipo y no por profesionales individuales. Que debe ser conceptualizada en el marco de lo Comunitario -sobre todo porque allí reside su génesis-“, agrega además que “los equipos deben tener una interlocución permanente, lo mismo que su esquema de capacitación y su acción incesante de instrumentos institucionales para cuidar a los que cuidan”.

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