Nota 1 - Los que quieren y no pueden

Si había alguna duda sobre la posición del PJ respecto del ocaso kirchnerista, la misma quedó despejada esta semana. Con la idea de empezar a diferenciarse y separarse de Cristina, el Peronismo Político territorial se puso en marcha rumbo al 2017. Los jefes que manejan territorio, quieren sobrellevar la elección de medio término de forma decorosa y tratar de conservar poder en legislaturas y concejos deliberantes.

Así la casa del Chaco fue lugar de un encuentro de Gobernadores, Intendentes y jefes parlamentarios, que bajo la consigna de encarnar la segunda Renovación Peronista, tienen la necesidad de separarse de Cristina y mostrarse distintos de los personajes que hoy la rodean, pero sin renegar a fondo de los principales postulados K, que acompañaron durante 12 años.

De este tibio primer paso, fueron de la partida los gobernadores Domingo Peppo (Chaco), Gustavo Bordet (Entre Ríos), Sergio Casas (La Rioja), Rosana Bertone (Tierra del Fuego) y Carlos Verna (La Pampa). También estuvieron allí, los intendentes bonaerenses Martín Insaurralde (Lomas de Zamora), Gabriel Katopodis (San Martín), Juan Zabaleta (Hurlingham), Fernando Gray (Esteban Echeverría), Mariano Cascallares (Almirante Brown) y Bali Bucca (Bolívar). Por último se sumaron, el presidente del bloque FPV — PJ en Senadores, Miguel Angel Pichetto, y el presidente del bloque justicialista en Diputados, Oscar Romero. Hubo ausentes con aviso, como Gildo Insfrán (Formosa), Sergio Uñac (San Juan) y Juan Manuel Urtubey (Salta).

Con realidades distintas, algunos nuevos en sus mandatos y otros nuevos por generación, ninguno mide lo suficiente para encabezar una partida, y no tienen por el momento, candidato en puerta para encolumnarse con posibilidades electorales nacionales o provinciales. Los que miden o pueden y quieren, por ahora están en otra cosa. Uturbey se enamoró para confites y Randazzo sigue guardado por miedo a un carpetazo.

En realidad, no tienen mucho para mostrar. Hasta hace meses eran k y Cristina los llevó al cementerio político, donde algunos confundieron los jardines y pensaban en ganar. Otros temieron lo peor, pero no tuvieron las agallas de plantarse e irse a tiempo.

Consientes de haber sido partícipes necesarios de la catástrofe electoral nacional y bonaerense, saben que no va ser fácil desprenderse de la herencia K y lavar culpas en los manantiales de la renovación. Hay otros peronistas que ya lo hicieron en tiempo y forma.

Como ninguno tiene historia de renovador, hoy rescatan la figura histórica de Antonio Cafiero para una próxima actividad que los inicie. Quizás con eso no alcance. Pero juntarse y mantenerse en bloque, al menos les sube el precio para poder subsistir políticamente y ver qué pasa en 2017. 

Por Mario Valiente – FM Futuro, 93.1 MHz – Programa La Agenda


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