En un contexto económico recesivo e inflacionario heredado y torpemente ajustado y agravado por este Gobierno, la prometida “pobreza cero de Macri”, parece encaminarse del voluntarismo político a la aspiración de deseos.

Después de 8 meses de la gestión Pro-Radical, podemos considerar que dicha propuesta está en pañales. Que para sostenerla harían falta, entre otras cosas, un conjunto de medidas socioeconómicas de protección a las consecuencias del brutal ajuste realizado y otro para incentivar las inversiones productivas y promover la creación de empleo.

Los anuncios aislados y tardíos que en dicho sentido toma el gobierno, la falta de un plan económico claro y explícito y la esperada recuperación económica, que el Presidente pasó del 2do semestre de este año al año próximo, ponen un interrogante en el “mientras tanto”, donde la recesión, la inflación, el tarifazo y los problemas de empleo, elevan la vara muy alta para aspirar al cielo de la “pobreza cero”. Más cuando todavía tenemos que superar un purgatorio lleno de planes sociales, de trabajo en negro y de economía informal, y a nuestros pies late un infierno candente que se alimenta a diario de hermanos que siguen cayendo en la pobreza y la indigencia.

En este contexto recesivo-inflacionario y de vulnerabilidad y precariedad laboral, del cual Campana no está exento, el HCD, a solicitud del bloque de Concejales Cambiemos, había pedido opinión fundada al Intendente y a instituciones locales, para regular a través de heladeras comunitarias, el manejo de la comida que “sobre” en los hogares y en los comercios del rubro alimentario, y con dicha comida asistir a presuntos o posibles vecinos con hambre.

A pesar de querer minimizar el proyecto y relacionarlo con la solidaridad social alimentaria, el estado municipal no debería plantearse como objetivo intervenir en el espacio solidario que bien ocupan los vecinos, las organizaciones sociales y la iglesia. Quienes dicen gobernar para cambiar y mejorar nuestras vidas, deben hacerlo con proyectos superadores de la realidad crítica y no mero administradores de la misma. Proyectos para más producción, más inversión, más trabajo y más comercio en Campana. Así habrá, entre otras cosas, cada vez menos espacio para la necesidad social alimentaria.

En la oportunidad conversé con varios concejales y no encontré una explicación coherente y coincidente que justificase el proyecto de Cambiemos. Conjeturé que sería reconocer que el ajuste empeoró la situación social y que posiblemente hubiera que salir a solucionar las consecuencias del mismo. O lo que sería peor, que el modelo Macri venga a completar el ciclo de la decadencia K, pobres e indigentes comiendo de la solidaridad social alimentaria.

Voto esperanzado que solo sean mis recelosas conjeturas y no un resignado cambio de rumbo, “de la pobreza cero a la heladera social”.

Mario Valiente – FM Futuro 93.1 MHz – Programa La Agenda