Villa Dálmine organizó hoy, para el inicio de la temporada, una fiesta. Una gran fiesta. Con la reinauguración de la tribuna Frattini, las obras en el estadio y en el campo de juego y las expectativas generadas por el armado del plantel, no sólo se hicieron presentes “los de siempre”, sino también autoridades municipales y muchos simpatizantes Violetas. Más de 3.000 personas se acercaron a Mitre y Puccini para vivir esa fiesta. Esa gran fiesta.

 

Pero, pequeño detalle, le faltó el gol. Ni más ni menos que el gol. Y, entonces, la fiesta se terminó desdibujando hasta convertirse en una enorme decepción para todos, excepto para ese puñado de jugadores de Defensores de Cambaceres que se quedó con una inmerecida, pero muy valiosa victoria.

 

Una oportunidad le alcanzó a Cambaceres para aguarle la fiesta a Villa Dálmine. Tan sólo una. A los 15 minutos del primer tiempo, un mal despeje de la defensa Violeta (chocaron Gásperi y Fernández), le quedó a Nahuel Benavente, quien habilitó a Enzo Pelosi para que este definiera solo ante un De Nicola que alcanzó a tocar la bola, pero no a desviarla.

 

Hasta ese momento, todo le había pertenecido a Villa Dálmine. Todo. Desde el comienzo, con mucha presión (incansable trabajo de Diduch) y buenos movimientos, el Violeta arrinconó a un Cambaceres que se tambaleaba en el campo de juego. Antes de los 60 segundos de juego, Villa Dálmine ya había pateado dos veces al arco. Y antes del gol, el arquero Arias Navarro había salvado en tres oportunidades su valla (en la más clara capturó casi adentro del arco una volea de Gorosito tras un córner que picó en el área chica).

 

Corrían los 10 minutos de juego y parecía que Villa Dálmine, directamente, lo iba a noquear a Cambaceres. Pero no lo hizo y quedó, sorpresivamente, un gol abajo en el marcador. Entonces, el Violeta debió remar contra la corriente. Y lo hizo muy bien en ese primer tiempo. No se desesperó, siguió jugando por abajo y encontrando espacios en una defensa que no otorgaba garantías. Cuando los dirigidos por Walter Otta se lo proponían, llegaban al área rival. Y así aparecieron más y más situaciones de gol.

 

En la más clara, Gorosito remató primero al travesaño y, luego, tras capturar el rebote, quiso romperle el arco a Arias Navarro, pero su disparo salió apenas ancho. Lo tuvo también Diduch, pero le taparon justo la definición cuando parecía que gritaba el por entonces merecido empate. 

 

En este contexto, el final del primer tiempo generó muchas dudas. Porque la lógica indicaba que Defensores de Cambaceres se iba a agrupar mejor en defensa y a Villa Dálmine le iba a costar repetir lo realizado en esa primera mitad. Y la lógica, esta vez, se cumplió. Entonces, el complemento se transformó en un martirio para el Violeta, que no pudo encontrar los caminos al arco rival. Además, el cansancio generó imprecisiones y llevó a malas decisiones, aumentando el nerviosismo general. Así se le hizo imposible al Violeta.

 

Lo intentó siempre, es cierto, pero no tuvo claridad. Ni para generar ni para concretar las pocas que tuvo. Porque Gorosito volvió a demostrar su capacidad para desmarcarse y ocupar posiciones de gol, pero también volvió a demostrar que le falta serenidad y precisión para definir. Dos veces de cabeza y otra de zurda pudo haberlo empatado. Pero no se le dio ni a él ni a un Villa Dálmine que terminó "mendigando por un gol que nunca llegó" y mostrando una imagen muy desdibujada respecto a la ofrecida en el primer tiempo. Ahora será tiempo de encontrar revancha rápidamente. El jueves tendrá su gran oportunidad, ni más ni menos que frente a Defensores Unidos en Zárate.

 

Villa Dálmine (0): Pablo De Nicola; Damián Acosta, Eduardo Dávila, Ezequiel Fernández y Federico Gásperi; Gastón Sánchez, Renzo Pérez, Yair Rodríguez y Bernardo Zeballos; Mariano Gorosito y Sergio Diduch. DT: Walter Otta. Suplentes: Emmanuel Coesta, Sebastián Giardino, Julio Navarro y Daniel Amaral.

 

Defensores de Cambaceres (1): Juan Arias Navarro; Juan Calabrese, Leandro Fernández, Mariano Aued y Carlos Massara; Jorge Casanova, Adrian Jones, Nahuel Benavente y Ricardo González; Pablo Burgos y Enzo Pelosi. DT: Alejo Santa María. Suplentes: Nicolás González, Coyant, Brian Martínez y Falbo.

 

Goles: PT15m Enzo Pelosi (DC).

Cambios: ST 14m Damián Salvatierra x Ezequiel Fernández (VD), 28m Mauro Danevich x Renzo Pérez (VD), 33m Cardozo x Casanova (DC), 37m Marcos Jendrulek x Federico Gásperi (VD), 39m Di Biasi x Pelosi (DC) y 45m Arévalo x González (DC).

Amonestados: Dávila, Pérez y Rodríguez (VD); Fernández, Aued, Massara y Casanova y Jones (DC).

Cancha: Villa Dálmine (muy buena).

Árbitro: Sebastián Bresba.