La Alianza Francesa de Campana concretó, durante el receso escolar, el ya tradicional viaje turístico cultural a Francia. Y lo hicieron acompañados por alumnos adultos y profesores de nuestra ciudad, Zárate y Lima.

El grupo partió rumbo a Ezeiza el 16 de julio con destino a Paris. Al momento todo era alegría… pero el verdadero regocijo comenzó cuando, llegando, desde el avión pudieron distinguir la célebre Torre Eiffel y la impactante Torre Montparnasse. Ambos construcciones parecían dar la bienvenida a gente que enamorada de Francia y su cultura había hecho, en algunos casos, grandes esfuerzos para conocer, sentir y disfrutar lo que toda la vida había soñado: Paris.

Además de haber realizado el clásico y completo City Tour programado, cada uno pudo visitar los lugares que alguna vez en la vida planeó conocer. A lo largo de una semana en París, algunos miembros del grupo visitaron Versalles, otros fueron a Brujas, en Bélgica o a Castillos y Palacios. Lo que nadie se perdió: los espectáculos nocturnos tanto del Moulin Rouge como del Lido y el crucero por el Sena. .

Asimismo, el contingente local disfrutó de una cena en el restaurant panorámico del piso 56 de la Torre Montparnasse como de la esplendorosa Torre Eiffel a media noche cuando comienza el juego de luces.

Cada uno de los viajeros pudo caminar por las calles de París experimentando siglos de literatura, pintura, arquitectura. Se respiró el ambiente bohemio de los años pasados en los turísticos barrios parisinos, se disfrutó entrando a un bar o de las caminatas grupales viendo a la gente con sus libros, pintores con sus pinceles y hasta poetas en busca de sus musas, evocando a los Picasso, Hemingway, Oscar Wilde, Jorge Luis Borges… que vivieron en los mismos barrios hace no tanto tiempo. También la visita a los museos del Louvre y Orsay fueron una fiesta para el alma.

Después de una semana espléndida en París, el grupo viajó en tren (en el famoso TGV), hacia la Costa Azul. Alojados en Niza, visitaron las ciudades de Cannes, Antibes, Jean Les Pins y Mónaco. También, disfrutaron de las paradisíacas playas del Mediterráneo, del champán francés y de jugar por las noches, algunas fichitas en el Casino de Montecarlo.

Finalmente, y habiendo pagado al regreso exceso de equipaje o de peso (ya que los regalos pesan y las liquidaciones se aprovechan) pero inmensamente felices, retornaron a sus actividades habituales el lunes 30 de julio cuando las vacaciones terminaron.

¿Próximo viaje? Quien sabe… tal vez la Martinique, Saint-Barthelemy, Guadeloupe en el Caribe, Marruecos, u otra vez París? Más información: www.afcampana.org.ar