El fuego no avisa, y en ocasiones, se origina en los lugares menos pensado. Por eso, lo que en primera instancia pareció ser el estallido de un termotanque, finalmente tuvo a otro artículo del hogar como responsable del siniestro: un lavarropas.

Al parecer, un desperfecto eléctrico en el aparato derivó en el incendio del lavadero donde se encontraba funcionando, en una vivienda de la calle Liniers al 900. En pocos minutos, el fuego arrasó con el lugar, consumió parte del techo de machimbre, y ocasionó daños en la pared medianera.

Por ello, hasta el lugar llegó el móvil 40 de Bomberos, a cargo de Subcomandante Miranda. Varios efectivos, utilizando líneas de presión, lograron controlar las llamas y evitaron su propagación. Además, debieron remover varias tejas para evitar daños y heridos que pudieran ocasionar su caída.

Gracias al aporte del Ayudante de Primera Diego Rodríguez, pudimos acceder a algunas imágenes captadas durante el operativo, a través de un dispositivo especial ubicado en el casco del Voluntario que permite grabar todo el procedimiento para luego, evaluarlo y perfeccionar la tarea diaria que realizan desde la institución local.