Un integrante del cuerpo activo de Bomberos Voluntarios, separado de la fuerza desde hace algunos meses, lleva adelante una medida de protesta tras subirse a la sirena del cuartel de la calle Colón, solicitando entre otras cosas, tanto su reincorporación como la del segundo Jefe Cristian Dorregaray.

Miguel Muratore, Bombero desde hace cinco años e hijo de un voluntario retirado de la fuerza, decidió subir hasta la cima de la torre donde se ubica la sirena con la que se convoca a los voluntarios en caso de emergencia. “Estoy un poco asustado, pero no se trata de una medida política ni en contra de la institución. Estamos esperando ser escuchados” asegura desde las alturas “el gringo” (como se lo conoce), en diálogo con este medio.

Según él, todo comenzó el 29 de Marzo cuando se generó una fuerte discusión entre integrantes de la institución bomberil. “Fuimos expulsados por pedir mayor transparencia en las cuentas y en el manejo de los fondos, para que a la hora de realizar una compra se consulten las necesidades de los bomberos”.

Sin embargo, desde la institución aseguran que todo fue elevado al tribunal de ética de la Federación de Asociaciones de Bomberos Voluntarios, la cual tras un sumario que llevó más de siete meses, habría resuelto la separación tanto de Muratore como del Segundo Jefe del Cuerpo Activo, Cristian Dorregaray. “No existe ningún inconveniente con el personal del cuartel, el cual se encuentra operativo. Se trata de una disconformidad ante una sanción por parte del Tribunal de Ética, el cual tras una investigación resolvió la medida” aseguraron fuentes ligadas a la conducción de la institución.

Tanto Muratore como Dorregaray aseguraron haber sido víctimas “de una persecución. Nos inventaron una causa de acuartelamiento, cuando en realidad solo pedimos una reunión para conocer los motivos por los cuales fuimos sumariados”. Finalmente, el tribunal falló en el mes de Octubre determinando la expulsión de ambos, “tras desestimar las apreciaciones del instructor” denunciaron.

Por su parte, desde la institución desestimaron el reclamo tras haberse realizado “las actuaciones correspondientes”. Miguel Muratore asegura que no bajará hasta lograr que sean reincorporados al cuerpo activo, pidiendo además “la renuncia de la Comisión Directiva y del Jefe del Cuerpo”.

“Vengo de una familia muy ligada a la institución. Mi papá fue Bombero durante 55 años, y yo lo acompañé desde que tenía 7. Es un momento difícil pero cuento con el apoyo de mi familia y de la gente que quiere que se sepa la verdad” finalizó el bombero quien además solicitó a las autoridades locales intercedan en el conflicto.

Durante la mañana, la calle Colón se encontraba cortada por personal policial (el cual nos impidió acercarnos hasta el cuartel), y un grupo de personas muñidas con pancartas que reclamaban por la situación.