Siempre el discurso fue, el primer objetivo es la permanencia, no pelear el descenso, asegurar otro año más (la próxima temporada) en la “B Nacional”, y luego, si se dan los resultados, pensar en el Reducido.

El primero, con algo de complicaciones, se cumplió. Esas complicaciones llevaron lógicamente a que los puntos perdidos pesaran en el otro. Pero, como matemáticamente aún había (mínimas) chances, el “violeta” iba… En pasado. Los resultados no se dieron y el Reducido ya no es posible.

Hoy desde las 20.30hs en Tandil, los dirigidos por Walter Otta (¿se va a otro equipo de la categoría o al exterior?) disputarán la última fecha ante Santamarina, que se mantuvo en la divisional y condenó al descenso a Olimpo, el último fin de semana.

Por eso se lamentan puntos dejados por el camino, y sobre manera, ante Jujuy que le hubiera permitido llegar con expectativas mayores a este cierre de certamen.

Hoy, al menos por el orgullo de lucir la “violeta”, los jugadores y los hinchas empujarán por despedirse hasta agosto próximo, al menos, con una sonrisa.