2017-04-14 | 14:00 Teatro
“Compañía”: triángulo osado y humor negro
Una exquisita crítica de Leonardo Maldonado, sobre la obra protagonizada por Luciana Díaz y Mauro Montero, quien también la dirige, y que estrena este Viernes en “Arte y otra cosa Multiespacio”, Castelli 532, con entradas a la venta limitadas y por anticipado.
  • “Compañía”: triángulo osado y humor negro

    Una de las escenas de la obra que estrena hoy, con entradas agotadas.

  • “Compañía”: triángulo osado y humor negro

    Compañía, con textos de Eduardo Rovner.

La obra del reconocido dramaturgo argentino Eduardo Rovner (1942) es prolífica y ha recorrido los escenarios del mundo. En muchas de sus piezas aborda de manera tragicómica las relaciones familiares conflictivas y sabe crear a partir de las situaciones más cotidianas y banales microclimas densos, contradictorios y ambiguos que oscilan entre el amor y el odio, la desesperanza y la aventura, la represalia y la piedad, y que no hacen más que desconcertar al espectador a medida que la acción avanza. Es el caso de “Compañía”, escrita en 1995 y que esta noche se estrena en Campana con entradas agotadas.

Con diálogos mordaces, ironía y mucho humor negro, la crítica a la estabilidad y la durabilidad de la pareja monogámica se instala desde el inicio, cuando Ana (Luchy Díaz) escucha de su marido (Mauro Montero) un relato que juzga inverosímil y que la deja absorta, perpleja. “¿Qué clase de matrimonio somos si no podemos contarnos todo como amigos?”, le recrimina Osvaldo. Ella no puede verse aún como lo hace su marido: harta de su trabajo y de la rutina, y cansada del desgaste de la relación conyugal. ¿Se aman? Mucho. ¿Se aburren? También.

El ingreso de un tercer personaje, Magda (Andrea Gianaculopulo), rarifica el ambiente. El vestuario no sólo la define psicológicamente sino que produce un quiebre en el tiempo: no sólo parece de otro planeta sino también proveniente de otro tiempo. A partir de aquí, el texto de Rovner empieza resquebrajar el realismo y se sumerge en el naturalismo. Gesto dramático que Montero, el director, comprende perfectamente: la puesta en escena cambia de tono, los registros actorales viran hacia el absurdo, tal como lo exigen las acciones.

El hecho de que el montaje sea en el hall de una casa real y no en el escenario de un teatro, le otorga a la puesta un clima especial, minimalista. Acertadamente, al no apelar a la ruptura de la cuarta pared, Montero permite que los espectadores sean los testigos privilegiados, cercanos, de ese trío de personajes con rumbo frágil e incierto. La cercanía hace más patente los cuerpos de los actores, los vaivenes, las oscilaciones, las voces, los gestos. Algunos movimientos bruscos que se parecen a ataques animales dinamizan y energizan los cuerpos de los personajes.

La gran apuesta del montaje pasa por el trabajo actoral, que es encomiable. El texto ha sido abordado con sensibilidad y profesionalismo. Los tres actores saben transmitir los estados emocionales que el autor propone para estos seres vulnerables agobiados por la rutina, el hastío y el cansancio del mundo y que se animan a pensar y a construir la felicidad desde algún grado de una naif e inocente locura.

Las funciones se llevan a cabo en “Arte y otra cosa Multiespacio” (cuenta con grupo Facebook), Castelli 532, y en tanto la acción se desarrolla en el hall las entradas son limitadas y se adquieren por anticipado (mensaje o WhatsApp al 549672). Próximas funciones: 22 de abril y 6 de mayo a las 21 horas.

Por Leonardo Maldonado.


Campana Noticias.com es propiedad de Campana Noticias SRL
Registro de propiedad intelectual Nro. 906641