Varias murgas de nuestra Ciudad encabezaron ayer un reclamo que tuvo mucho colorido y bochinche, en el centro campanense. Frente al Palacio Comunal, pidieron al Municipio apoyo para la realización de los corsos, y la reglamentación y puesta en vigencia de la ordenanza promulgada en 2014, que enmarca dichos eventos.

Entre los manifestantes se encontraban miembros de las murgas Carumbé, Los Elegantes, Sueño de una Murga, Los Soñadores y Callejeros de Otamendi, entre las más visibles. Con el arte como herramienta de la protesta, recorrieron la avenida Rocca para sorpresa de los comerciantes, en una calurosa tarde.

En el centro de la escena, se encuentra la ordenanza impulsada por la Concejal Olga García (FpV) y aprobada en 2014, que entre alguno de sus puntos obliga al Municipio a intervenir en la organización de los tradicionales corsos, en temas puntuales como seguridad e infraestructura. La norma también hace mención a través de dos artículos agregados en 2015, de la existencia de una comisión organizadora (dentro de la Secretaría de Cultura), integrada entre otros por miembros de las distintas murgas.

No obstante, el Municipio habría observado dicha ordenanza y según los murgueros “negado el apoyo”. Sin embargo, desde el Departamento Ejecutivo señalaron que sí les habían ofrecido ayuda a las murgas para organizar los corsos, porque éstas habían rechazado la intervención estatal bajo ciertas condiciones. ¿Quién tiene la razón?.