Villa Dálmine jugó un gran segundo tiempo y le pasó el trapo a Juventud Unida de Gualeguaychú. El Viola no pudo arrancar bien en el partido, pero en el segundo cambió y terminó goleando por 5 a 0, en condición de local.

En los primeros movimientos ninguno fue criterioso, aunque había situaciones en los arcos. La visita llegaba por los costados, mientras que el Viola generaba peligró con los avances de Mauricio Alonso.

El uruguayo aprovechó su velocidad y en la primera que tuvo la terminó con un remate cruzado. Luego, el elenco entrerriano devolvió gentilezas con un gran pase que metió Barrado y que dejó mano a mano a Martín Prost con Carlos Kletnicki. El duelo lo ganó el uno, por eso el marcador al cabo de la primera parte no se movió.

En el complemento arrancó otro partido y el local fue eficaz. La primera que tuvo fue el penal a favor. Mauricio Alonso se hizo cargo del remate y la aseguró al medio.

Desde ese momento, el partido fue controlado por el Viola. Además en la segunda, Ezequiel Cérica fue nuevamente derribado dentro del área y Ramiro López volvió a cobrar penal. Nuevamente el uruguayo se hizo cargo y aseguró su remate. Era 2 a 0, pero había más. Luego dos apariciones de Pablo Ruiz aumentaron diferencias. El 4 a 0 era irremontable para el club de Gualeguaychú.

Para colmo, no tenía respuesta y la única que tuvo la erró increíblemente Villalba. La pelota pegó en el travesaño y luego el defensor la tiró por encima del horizontal cuando estaba sólo con todo el arco enfrente.

En el final, Jonathan Figueira recibió un pase formidable de Carboni y mandó la pelota al fondo de la red para decretar la goleada. Dálmine se fue aplaudido y dejó contenta a la gente. Y no es para menos. Pasó mucho tiempo que no había fútbol y, en la primera fecha, los hinchas se fueron afónicos de tanto gritar goles y festejar que el equipo de Marchesi arrancó por el camino correcto.

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