La esperanza del milagro sigue intacta. Toda una Ciudad acompañó la lucha de los jóvenes papás de Ian Nahuel Díaz, quienes durante varios meses recaudaron fondos para poder viajar a Venezuela, único lugar que les daba una pequeña posibilidad de que los ojitos del niño puedan funcionar.

Ian nació prematuro de 32 semanas, y producto de su corta edad gestacional fue internado en neonatología, donde estuvo afectado por problemas en el corazón y un derrame cerebral. Allí habría recibido demasiado oxigeno del que necesitaba, según cuentan sus padres, “y gracias a la negligencia de los médicos neonatologos se cortaron las retinas de nuestro bebé, las cuales secaron y cicatrizaron luego, sin que jamás nos dieran aviso de esto”. De hecho, sus progenitores advirtieron la ceguera recién a los 4 meses de edad (2 meses de edad corregida).

Desde entonces, fueron muchas las consultas, y más las frustraciones. Hasta que en Venezuela, un especialista que realizó intervenciones similares dio cuenta de la posibilidad de darle la facultad de ver. Eventos, bingos, donaciones, lograron lo que al principio parecía imposible: recaudar los fondos para el costoso viaje, y la intervención quirúrgica.

El viaje, entonces, lleva valijas repletas de ilusión consigo. Ian será operado el 4 de mayo, en la Unidad Quirurgica Los Leones, ubicado en la ciudad de Barquisimeto, Venezuela y volverá al país para continuar su tratamiento, en el Hospital de Niños.