Una gran lección habrá aprendido este adolescente de 14 años, el cual pudo haberse ahogado y ser una de las tantas víctimas que el Río Luján tiene en su triste haber. Una travesura demasiado peligrosa, y que solo de milagro y gracias a la rápida intervención de Bomberos, no fue una tragedia.

El hecho ocurrió ayer, promediando la mañana, cuando un grupo de estudiantes de una escuela de la localidad de Matheu, llegaron hasta el camping abandonado sobre Panamericana, tras haberse “rateado” de sus obligaciones educativas. Fue cuando Adrián Tapia resbaló y cayó al agua, y rápidamente fue arrastrado por la intensa correntada.

Entre manotazos y desesperación, logró sujetarse de un árbol semi sumergido, y aguantó. No sabía nadar. Como pudo intentó acomodarse para ganar mayor seguridad, siempre con el riesgo de soltarse y ser arrastrado por el agua hacia el peor de los finales. Pero llegaron los Bomberos, quienes montaron un operativo para rescatarlo. Y con un Kayak, el segundo Jefe del Cuerpo activo, Hernán Dappiano, logró llegar hasta el joven y colocarle un chaleco salvavidas. Previamente, tuvo que calmarlo para lograr tranquilizarlo, ya que sus movimientos cargados de temor, ponían en riesgo la integridad de ambos.

Finalmente, y tras colocarle una cuerda de seguridad, pudo completar el rescate al subirlo a la parte delantera de la embarcación.

Personal policial del Destacamento Alto Los Cardales se hizo cargo entonces de la situación, para restituir al menor a sus progenitores, luego de tamaño susto. Una aventura que sin dudas, servirá de lección. Y en primera plana, la labor de Bomberos que una vez más fueron parte del milagro.